jueves, 17 de diciembre de 2009

Mon amour, Магазин

Moscú mon amour.
Acabamos de llegar al aeropuerto de Moscú, son algo así como las 7 de la mañana, nos trasladamos a la T1 desde la terminal de llegada. Menuda paliza de viaje, con el cambio de hora 2 horas más. No he dormido prácticamente nada, solo unas cabezadas, y no he comido casi nada desde la salida de Barajas, solo un bocado en la lata voladora. Tenemos que esperar un rato, no demasiado, para enlazar con la segunda lata voladora, esta más peligrosa, con destino a Mineralney Wody (agua mineral - Минера́льные Во́ды). Todo es muy rápido, el traslado de terminales, una en la punta de otra se realiza con autobús de enlace gratis, como en Madrid, pero en ruso, ni papa, "espasiva tovarich"... Al final, el espíritu español se impone a la frialdad, heladora, de los paisanos del lugar.
Controles de gorras de plato, visados, invitaciones, voucher y todo en regla, petates de un lado para otro y a facturar de nue
vo. A las 9 de la mañana enganchamos el otro para en una hora y media llegar al aeropuerto de enlace de Mineralney Vody, pequeña estancia y vuelta a los controles de rutina, son las 11 y media de la mañana. Aquí nos espera la furgoneta contratada para trasladarnos por carretera a Terksol, nuestro destino final a 2.200 m. de altura. Por una carretera vieja llegamos en unas 4 horas, muertos rendidos al hotel Wolfram, un hotelito más viejo que la pana, de tiempos de los inicios del turismo en esta tierra, algo que realmente manifiesta la falta de infraestructuras de este valle, con las posibilidades que tiene...
Son las 4 y media de la tarde,han sido 24 horas de viaje sin descanso, cuento todo, cambios autobús Zaragoza, avión Madrid, Moscú, Mineralney, Terksol, que pasada.
Cenaremos a las 7 y si engancho la medio cama que tengo, con colchón de culo de indio, igual no me levanto en toda la noche, así que me pillo con Iñigo y nos damos una vuelta rápida por el pueblo, y tan rápida. aquí no hay nada de nada. La vida se acaba aquí muy pronto. Un par de hoteles grandes y tiendecicas de baratijas. Lo que si se observa es la gran cantidad de pequeñas tiendas de venta de fruta (muy buena), verduras (variadas), leche, yogures y demases, baratos de verdad (1 euro son unos 44 rublos+ o - al cambio). Hemos localizado la farmacia (importante), el locutorio y la sala de internet (puede ser interesante para las largas tardes de este lugar, aunque los horarios son muy rigurosos y a las 5 de la tarde no abre ni el puticlub, no lo encontramos) y algún local de masajes y baños turcos (bien...).
A las 7 la cena, extraña para nuestras costumbre, sopas con patata, todos los días, esto es muy local, trozos de pizzas, quesos y te. Bueno, la he visto peor, seguro que vuelvo a casa con unos cuantos kilos de menos, normal.
Nos juntamos con Igor, el guía ucraniano. La mayoría de la gente que trabaja aquí de guía son de Ucrania, que trabajan en invierno y primavera en su país, en Kiev, que ganan poquito dinero en sus trabajos ordinarios y que se han sacado su titulación de guías de montaña y trabajan en este valle en verano, sacándose muchísimo más dinero, eso es lo que aseguran estos, seguro que es cierto. En el caso de Igor, toda su familia, su mujer ("la gendarme") y su hijo se dedican a esto.
Hemos comentado las etapas de aclimatación y el plan de ascensión al Elbrus, principal objetivo de la aventura, aunque no el único.
De momento mañana nos vamos al Terksol Point, al famoso observatorio, a unos 3.200 m. de altura para empezar.
A la cama, a dormir de un tirón, hasta las 6 y media de la mañana, dormitando hasta las 7 y media, no hay prisa. Estoy nuevo, maño nuevo, vida nueva.
http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/b/b5/Kabardino-balkaria_map.png

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